HISTORIA DE LOS AUDÍFONOS
Para entender la historia de los audífonos para sordos, necesitamos comprender un poco más de su pasado, darnos cuenta de la evolución que ha tenido la historia de los audífonos hasta nuestros días, dado que se basa en años de investigación. Prueba de esto es en virtud de satisfacer las necesidades que requieren los usuarios con pérdida auditiva y al mismo tiempo obtener una mejor calidad de vida, por lo tanto, a medida que avanza el tiempo se ha innovado tanto en materiales, tamaños, calidad de sonido y estética.
Dividiremos la historia en cinco eras. En general los primeros audífonos para sordera fueron de gran tamaño, para nada portátiles y muy pocos funcionales. A medida que fue pasando el tiempo, los audífonos comenzaron a constituirse cada vez más pequeños, tecnológicos y estéticos.
La primera era o era acústica: en 1673 a través de trompetas y cuernos de animales fue una alternativa de audífonos, puesto que su forma ancha en la entrada y angosta al final, amplifican el sonido, debido a la reducción gradual del área siendo el objetivo que el usuario escuchara más claro y más fuerte.
Segunda era o era del carbón: entre 1800 y 1900 fue fabricado el primer audífono de carbón. Consistía en un micrófono de carbono, una batería de 3 a 6 voltios y un receptor o parlante magnético, todos conectados en serie. La primera prótesis de carbón tenía como nombre Akoulallion, apareció en 1899 y el primero que se podía llevar puesto se llamó Akouphone.
Tercera era o de los bulbos (amplificador): en 1907 se crea el amplificador electrónico de bulbos y fue aplicado a los audífonos para sordos en 1920. Los bulbos permitieron el uso de un micrófono de menor voltaje en la señal de salida. Combinando varios bulbos, pueden hacerse amplificadores muy potentes. Esto incrementó el rango de pérdidas auditivas que podrían ser corregidas. En 1944 se redujo el tamaño de la batería, el micrófono y el amplificador, por lo tanto, se construyó un audífono en una sola pieza, el cual podría llevarse en el cuerpo unido al oído mediante un cable.
Cuarta era o de los transistores: en 1952 aparecen las primeras audiogafas trayendo como ventajas la eliminación del ruido producido por el roce del micrófono con la ropa y cuerpo. Se crean en 1958 los primeros audífonos retroauriculares y en 1960 los audífonos poseen control de volumen. Entre 1960 y 1980 se crean los audífonos intrauriculares.
Quinta era o era digital: En 1980 se fabricaron los primeros audífonos digitales revolucionando el mercado de las prótesis auditivas con mayores prestaciones en un espacio más pequeño, con materiales más livianos y siendo más estéticos cada vez.
La actual era digital promete la máxima flexibilidad para llenar las expectativas particulares de la población con pérdida auditiva. Cabe destacar que la historia de los aparatos auditivos aún no termina debido a toda la gama de nuevas tecnologías y las demandas de los usuarios. Este mundo tecnológico se amplía cada día más.
Bibliografia: OLMOS, JC. Historia de las prótesis auditivas, de Asociación Costarricense de Audiología
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